Siguiendo con el libro del historiador francés Michel Lamy, “La otra historia de los templarios”, hemos recuperado de sus páginas un texto donde habla sobre la posibilidad de que los templarios tras su disolución, se hubiesen instalado en Bélgica.
Deseamos que su texto sea de vuestro agrado.
Imagen de San Antonio Abad, plasmada por Zurbarán.
En Flandes, parece que una parte de los templarios pasó a la clandestinidad. La creación, en 1382, por el duque Aubert de Baviera, de la Orden de San Antonio de Barbefosse, podría haber tenido por finalidad el preservar sus tradiciones. Curiosamente, la sede de la Orden fue establecida en un oratorio muy modesto, en Barbefosse, cerca de Mons. Se veneraba allí un pelo de la barba de San Antonio. La Orden atrajo a algunos de los más grandes nombres de la época. Parece haber transmitido unas enseñanzas esotéricas de las que los hermanos Van Eyck habrían tenido conocimiento. Sus cuadros son una prueba de ello.
No se sabe por lo general “leer” los cuadros de esta época, a pesar de que la mayoría de ellos contienen una gran enseñanza. Paul de Saint-Hilaire ha sabido detectar en las obras de los hermanos Van Eyck todo un mundo de signos, de símbolos e incluso de frases enteras camufladas en los detalles de los cuadros.
En la catedral de Gante se puede admirar el políptico del cordero místico. Uno de los caballeros representados lleva el pendón de los hospitalarios de San Juan de Jerusalén, otro el de la Orden del Santo Sepulcro y un tercero blande el estandarte blanco con la cruz roja de los caballeros de San Antonio de Barbefosse. En el centro de la cruz, un escudete lleva el tau de oro que estos caballeros inscribían en el centro de sus escudos de armas para indicar su pertenencia a la Orden.
Si se observa atentamente el cuadro, se puede descubrir una multitud de inscripciones apenas visibles, textos crípticos que disimulan un enigmático mensaje. Entre otros, encontramos el término AGLA, que nos informa sobre la pertenencia de los hermanos Van Eyck a una sociedad secreta que llevaba este nombre. No puede tratarse de una mera casualidad, puesto que dicho término figura igualmente en otras obras de los hermanos Van Eyck. Es más, en el políptico la palabra AGLA incluye una particularidad muy interesante: una cruz patada está insertada en el centro entre las letras AG y LA. Es la cruz del Temple. Ahora bien, precisamente, algunos investigadores se han preguntado si esta misteriosa sociedad no habría creado un vínculo entre los templarios y los Rosacruces.
En cualquier caso, el políptico del cordero místico fue primitivamente (en 1432) guardado en una cripta en la que reposa una cabeza, considerada como la de san Juan Bautista, colocada, como el Grial, sobre una bandeja.
Cerca del oratorio de Barbefosse, en el bosque de Saint-Denis, fue encontrada una cabeza esculpida con dos rostros, uno lampiño y el otro barbudo. Estaba antaño colocada en una estela octogonal marcada en su base con una enigmática L. ¿Estaba ligada al culto baphomético de los templarios? De ser así, se comprendería fácilmente la elección de este oratorio como sede de la Orden de San Antonio de Barbefosse, que podría haber sido entonces uno de los eslabones de unión entre los templarios y el esoterismo del Renacimiento.
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