Desde la encomienda de Barcelona, queremos continuar con el apartado dedicado al poder de las velas.
Para ello hemos seleccionado un texto del especialista en magia, el chamán Jake T. Shine, publicado en su libro “Magia práctica con las velas”.
Desde este humilde rincón, deseamos que su contenido lo encontréis interesante.
La vela roja domina sobre los aspectos básicos y primitivos del ser humano. El fuego siempre ha estado relacionado con el color rojo, con el poder de la vida y con la fuerza espiritual de la sangre.
Por tanto, esta es una vela iniciática y constructiva, tan dispuesta para las ofrendas como para las peticiones. Es la vela del sacrificio y la entrega, pero también del ímpetu y la exigencia.
La magia humana está muy relacionada con las características de la vela roja, ya que a través de su flama fluyen nuestros deseos más inmediatos, como el amor pasional, la urgencia de conseguir cosas, la capacidad para dominar a la materia y la fuerza interior para convertir en realidad nuestros deseos.
La vela roja es una vela poderosa a niveles mundanos, que defiende lo propio sin preocuparse mucho de lo ajeno. Por eso al trabajar con ella hay que tener cuidado de no caer en la precipitación y en el egoísmo, sino todo lo contrario, es decir, que al trabajar con ella debemos centrarnos en la sinceridad, la generosidad y la reflexión, ya que los deseos que sentimos de pronto y sin pensar, pueden convertirse en una tremenda carga cuando se hacen realidad.
En la salud
La vela roja incide en toda el área de la cabeza, y es capaz de ayudar en la curación de cualquier afección que sufra ésta. Pero eso no es todo, porque la vela roja también potencia la salud del sistema sanguíneo, aviva el tono muscular, despierta la mente, ayuda a tomar decisiones, impulsa las empresas y desvanece los temores.
También protege contra accidentes y le da al organismo vitalidad y energía. Limpia de malos humores y aleja a la persona de los vicios, especialmente del vicio del juego.
Protege más a los hombres que a las mujeres, pero eso no le impide dar fuerza precisamente a las mujeres, y fortalecer y proteger a los niños tanto física como psíquicamente.
En el dinero
La vela roja es materialista en muchos aspectos, y hasta puede favorecer las corazonadas en los juegos de azar, pero prefiere ayudar a las personas que moldean por sí mismas su realidad, que a las que esperan que el destino les solucione todos los problemas.
Por supuesto, favorece el estudio y los viajes, así como el encontrar trabajo o subir de categoría. No trae el trabajo a casa, pero sí le da un fuerte impulso a la persona que lo anda buscando, le facilita las cosas y le hace más agradable ante los demás.
Protege a todas las personas que se dediquen a trabajos peligrosos o de cierto riesgo, así como a los constructores, albañiles, ingenieros y arquitectos, y a los industriales, sobre todo si trabajan con metales.
También ayuda a los principiantes de cualquier ramo y a los negocios que se hacen por primera vez.
En el amor
La vela roja favorece principalmente a los amores pasionales, así como a los que están al margen de la sociedad o abiertamente prohibidos. También favorece, obviamente, las relaciones sexuales, la fertilidad y la potencia masculina, la virilidad, y reduce los problemas causados por los excesos.
La vela roja aviva la llama de la pasión incluso en las relaciones matrimoniales, pero no es una buena vela de reconciliación, ni siquiera de estabilidad en las relaciones.
También protege a los que se enamoran por primera vez, o a los que tienen sus primeras experiencias sexuales o románticas, así como los primeros nacimientos. Además, ayuda a romper las barreras de los amores imposibles o platónicos.
En el plano espiritual
La vela roja no es muy espiritual, pero sí incide en la fuerza espiritual de los seres humanos, sobre todo en sus manifestaciones más llanas y sencillas. La creencia sin cuestionamientos y la fe ciega están amparadas por la vela roja.
La vela roja no está muy indicada en la meditación, aunque sí es capaz de potenciar la fuerza espiritual, la aspiración y los deseos de iluminación y despertar, por lo que puede ayudar a romper, precisamente, los lazos pasionales que nos unen a
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