© 2009-2019 La página templaria que habla de cultura, historia y religión - Especial 'Proceso de los templarios'

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Personajes de la Biblia: Caín y Abel


Desde la encomienda de Barcelona retomamos nuestro apartado dedicado a los personajes más importantes de la Biblia. Esta vez hemos elegido a los hermanos, quizás más importantes de las Sagradas Escrituras y también los primeros hermanos de la humanidad.

Caín y Abel, representan las disputas y enfrentamientos que a menudo se dan cabida en el mundo y que desde tiempos inmemoriales han servido para separar y dividir a los diferentes pueblos de la Tierra.

Para ver mejor lo que representan ambos hermanos, hemos seleccionado el siguiente texto elaborado por el teólogo protestante J.R. Porter y que ha sido publicado en su libro cuya traducción al español es “La Biblia”.

Confiamos desde Temple Barcelona que su lectura la encontraréis amena.

El relato de los descendientes de Adán y Eva hasta la época de Noé se narra en el Génesis 4-5. abarca una o más tradiciones que, en principio, estaban separadas de los tres capítulos precedentes, como pone de manifiesto una seri de discrepancias lógicas. Por ejemplo, el agricultor Caín mata por envidia al pastor Abel (Gn 4, 8), por lo que Dios condena a Caín y le dice: “errante y fugitivo serás en la tierra”. De todos modos, Dios le pone una señal “para que no lo matara quienquiera que lo hallase”. Aunque Caín es el único hijo superviviente del primer hombre y la primera mujer, no hay indicios de que haya alguien más que pueda matarlo. Asimismo, el Génesis 4, 17 afirma que “conoció Caín a su mujer”, pero no especifica su procedencia. En un sentido más amplio, la narración presupone la existencia de la sociedad, la civilización y la cultura organizadas. No hay solución para estas incoherencias porque el redactor bíblico no las consideró fundamentales.

Por lo demás, la narración está minuciosamente integrada con el texto precedente y con el posterior. Marca la culminación del relato del Edén y presenta a Caín –el primer asesino- como representante de la humanidad primigenia. Al igual que en el relato de Adán y Eva, la historia de Caín sigue la misma pauta del pecado, castigo, destierro y atenuación de la ira de Dios. Parte de una sucesión de narraciones de los once primeros capítulos del Génesis que consignan la violencia y la osadía crecientes de la humanidad después de la caída y la expulsión del Edén. En cada uno de los casos, la humanidad sufre un severo juicio divino y su existencia misma se ve amenazada. De todos modos, Dios se compadece y toma medidas para que, a pesar de lo ocurrido, el mundo y la estirpe humana sigan existiendo. Este patrón determina la forma y el significado generales de la historia de Caín.

El relato se construye a partir de diversos temas, muchos de los cuales arraigan en los mitos y en los cuentos populares. Una de las temáticas consiste en que Dios favorece al hijo más joven en lugar de al hermano mayor, situación que suele desembocar en envidia y violencia. El Génesis 4, 4-5 refiere que cada hermano hace una ofrenda a Dios, que prefiere la carne animal de Abel a la cosecha de Caín. Éste se irrita y por envidia mata a su hermano. Aunque la elección divina no se explica, escritores posteriores sugirieron que Dios conocía la maldad intrínseca de Caín. Como en los casos de Isaac e Ismael, Jacob y Esaú y José y sus hermanos, el autor bíblico no ve la necesidad de explicar la selección divina. Sin embargo, es posible que este pasaje haga referencia al sistema hebreo de sacrificios, en el cual el sacrificio de animales ocupaba un lugar más importante y era más valorado que las ofrendas de cereales.

Esta narración también incluye otras ideas antiguas. Después del asesinato, Caín es incapaz de cultivar la tierra porque la sangre de su víctima la ha dejado yerma, concepto compartido por la Biblia y diversas tradiciones antigua. Otro de los temas es la tensión secular entre los estilos de vida pastoral y agrícola, tema que también está presente en el relato sumerio de Dumazi y Enkimdu. El pastor Dumuzi y el agricultor Enkimdu rivalizan por la mano de la diosa Inanna. Como en la historia de Caín y Abel, la deidad prefiere al pastor, aunque en este caso los rivales se reconcilian.

El relato no presenta a Caín desde una perspectiva totalmente negativa. Dios pone una señal a Caín con el fin de protegerlo y es desterrado “al país de Nod”, palabra que simplemente significa “deambular” y que alude a la vida nómada. Este pasaje del relato explica la existencia de los quenitas, pueblo nómada que, según se decía tradicionalmente, descendía de Caín. Aunque habitaban en los límites de la civilización asentada, los quenitas mantuvieron estrechas relaciones con los israelitas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario