Llega el tiempo del estío y con él marchamos a descansar a lugares tranquilos y apartados de la monotonía y la vorágine del trabajo.
Por ello os queremos desear que también vosotros aprovechéis este tiempo para recoger fuerzas y alimentaros así del merecido descanso.
Desde Temple Barcelona queremos despedirnos hoy día de Nuestro Señor con el evangelio del último día de julio. Esperamos que os sea reconfortante.
Evangelio del domingo 31 de julio de 2011.
Comieron todos hasta quedar satisfechos (Mt 14, 13-21)
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús al gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como Se hizo tarde, se acercaron los discípulo a decirle: “Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.” Jesús les replicó: “No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.” Ellos le replicaron: “Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.” Les dijo: “Traédmelos.” Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Que descanseis y disfruteis de las merecidas vacaciones, queridos +Hermanos/as. FTAT, NND.
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