El Santo Padre Benedicto XVI desea “reevangelizar” Europa

Hemos encontrado una noticia interesante, publicada en la página de forumlibertas, donde explica el objetivo que se ha propuesto el Papa Benedicto XVI de intentar que las personas, sobretodo del viejo continente, vuelvan a sentir la llamada de Nuestro Salvador y vivan la llama de Jesucristo en sus corazones.

Por ese motivo queremos difundir esta noticia en la humilde Casa de la encomienda de Barcelona. Deseamos que su lectura sea de vuestro agrado.

Benedicto XVI está preocupado por el alejamiento de la fe y la práctica religiosa de los fieles de los países históricamente de tradición cristiana. Por ello, ha decidido crear un nuevo dicasterio que tendrá como objetivo reevangelizar las comunidades que han entrado en el proceso de secularización. A nadie se le escapa que, evidentemente, la mayor preocupación es Europa.

El Santo Padre hizo este anuncio en la festividad de Pedro y Pablo, grandes constructores de la Iglesia primitiva. “También en los desiertos del mundo secularizado, el alma del hombre tiene sed de Dios, del Dios viviente”, afirmó el obispo de Roma en su homilía que recordó que la misión evangelizadora, tan intensamente llevada a cabo por Pedro y Pablo, no está ni mucho menos concluida.

En este sentido, el Papa apuntó que es necesario trabajar donde el Evangelio “hace tiempo que echó raíces, pero el proceso de secularismo ha provocado una grave crisis en el sentido de la fe cristiana”. “También –añadió el Pontífice- el hombre del tercer milenio desea una vida auténtica y plena, tiene necesidad de verdad, de libertad profunda, de amor gratuito”.

Benedicto XVI anunció la creación del nuevo dicasterio, “un nuevo organismo, bajo la forma de pontificio consejo, con la tarea concreta de promover una renovada evangelización en los países donde ya resonó el primer anuncio de la fe y están presentes iglesias de vieja fundación, pero que están viviendo una progresiva secularización de la sociedad y una suerte de eclipse del sentido de Dios”.

Rino Fisichella podría hacerse cargo

El arzobispo Rino Fisichella, según varios medios italianos, podría hacerse cargo de este nuevo ‘ministerio’ vaticano. El prelado es conocido por sus posturas firmes sobre la moral ortodoxa de la Iglesia católica.

Benedicto XVI afirmó que, en su forma y dirección concreta, este objetivo de la “nueva evangelización” fue la gran inspiración de su predecesor, Juan Pablo II. “No hay palabras para explicar cómo el Venerable Juan Pablo II, en su largo pontificado, desarrolló esta proyección misionera”, explicó.

Juan Pablo II “representó ‘en vivo’ la naturaleza misionera de la Iglesia, con los viajes apostólicos y con la insistencia de su Magisterio sobre la urgencia de una ‘nueva evangelización’”, explicó el Papa.

“A todos es evidente que mi Predecesor dio un impulso extraordinario a la misión de la Iglesia, no solo –repito por las distancias que recorrió, sino sobre todo por el genuino espíritu misionero que le animaba y que nos dejó en herencia en el alba del tercer milenio”, afirmó Benedicto XVI.

Nuevos beatos de la Guerra Civil española

En esta misma semana en que el Papa ha anunciado el nuevo dicasterio, el Santo Padre ha aprobado este jueves la publicación de decretos que reconocen un milagro atribuido al beato Luigi Guanella, quien será proclamado santo, así como el martirio de 26 futuros beatos, asesinados durante la persecución religiosa en España, en 1936. Benedicto XVI también ha aprobado el reconocimiento de las virtudes heroicas de una religiosa argentina.

La próxima beatificación contemplará la vida de otros 26 mártires "asesinados por odio a la fe" en la Guerra Civil española. El Pontífice aprobó los decretos de martirio de José María Ruiz Cano, Jesús Aníbal Gómez Gómez, Tomás Cordero Cordero y trece compañeros pertenecientes a la Congregación de los Misioneros Hijos del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada Virgen María, así como de Carmelo María Moyano Linares y otros nueve compañeros de la Orden Carmelita.

Ésta no es la primera vez que Benedicto XVI aprueba el decreto de martirio de religiosos y sacerdotes asesinados durante la Guerra Civil española, lo que supone dar luz verde a su beatificación.