Los Seldjúcidas

Desde la encomienda de Barcelona, queremos compartir un nuevo texto de nuestro amigo, el escritor y periodista Jesús Ávila Granados, en el que nos habla del contexto de los distintos clanes del Islam, a los cuales los templarios tuvieron que hacer frente cuando éstos se hallaban en Tierra Santa.

Este fue el caso de los seldjúcidas, donde en el relato publicado en su libro “La mitología templaria”, nuestro autor hace un recorrido histórico de este pueblo.

Desde la encomienda de Barcelona, deseamos que su lectura sea de vuestro agrado.

Imagen de turcos seldjúcidas.

Uno de los capítulos más interesantes y, al mismo tiempo, oscuros de la historia del Islam, es el de los seldjúcidas. Este sultanato, surgido cerca de la monumental Éfeso, Selçuk, en el extremo occidental de Anatolia –nombre griego dado por Constantino el Grande a esa península asiática, que se traduce por “la tierra por donde nace el sol”-, se desglosó en cinco ramas importantes: los grandes seldjúcidas, de Irak, que fueron derrocados por los juarizmitas, y se documentan de 1118 a 1194; los seldjúcidas de Siria, de 1078 a 1113, a quienes sucedieron diversos Atabeks; los seldjúcidas de Kirmán, que dominaron esta región de Irán hasta 1186; y, finalmente, los seldjúcidas de Rum, que ocuparon toda la amplia meseta de la actual Turquía asiática desde 1077 a 1307.

Son precisamente estos últimos los que más interesan, por las estrechas vinculaciones que, en un tiempo similar de desarrollo histórico, van a tener con los templarios.

La época seldjúcida se caracterizó por el fortalecimiento del sunnismo (partidarios de la sunna y adeptos de un sistema político-religioso que niega a los descendientes de Alí todo el derecho al poder; opuestos, por lo tanto, a los chiitas), al que contribuyó de manera decisiva la difusión de las madrasas (verdaderos centros culturales), así como la enseñanza de nuevas formas de arte y arquitectura, como veremos a continuación. Los seldjúcidas ocupan, además, un importante período de la Historia medieval, ya que con su estudio no sólo podremos conocer mejor el desarrollo de las cruzadas, sino también una parte importante de la esencia misma de la Orden del Temple.

Los Oguz

Los oguz son los más célebres e importantes de los pueblos turcos. Cuando los seldjúcidas entran en la escena de la Historia, los oguz ascienden al mismo puesto, se introducen, propiamente dicho, en la cabeza del mundo turco. Casi todos los turcos que viven hoy en día en Turquía, en los Balcanes, en Irak, en Irán, en el Cáucaso y en el Kurdistán, son los oguz. Los otros turcos, es decir, los ozbek, los ouigour (uygur), los cosacos, los kirghiz, los tártaros de Crimea, los de Kazán, los checos, los yakuk y otros, no son los oguz, a pesar de hablar una lengua semejante. Actualmente, todos ellos, a tenor del dialecto que hablan, están divididos en tres grupos: Osmanli (Anatolia, Turquía), Azeri y Trukmen.

Los bizantinos llamaban a los oguz uz; los rusos los denominaban torkt (plural de terki, que quiere decir “los que vienen de fuera”). En el siglo XI, los oguz habían fundado un Estado al norte del mar Negro, exactamente en el Turkestán ruso, extendiéndose hasta Grecia, aunque no tardarían en fundirse con los demás pueblos turcos y las poblaciones cristianas. Su jefe llevaba el título de yabgu. Su territorio abarcaba una amplia franja entre el mar Caspio y el lago o mar de Aral, desbordándose sobre los territorios próximos, incluido el gélido desierto de Karakum.

Era un pueblo sedentario, dueño de una elevada cultura. Muchas ciudades oguz han sido estudiadas a lo largo de recientes campañas de excavación arqueológica. La extensión de estas ciudades y su alta demografía se pone de manifiesto, por ejemplo, en Karaspantepe, cerca de Yasi, que abarcaba una superficie de 510.000 metros cuadrados; o en Sabrán, sobre el curso del Syr Daria, que se extendía sobre 440.000 metros cuadrados, toda ella rodeada por una sólida muralla. La mayoría de las veces, estas ciudades se extendían a muy corta distancia unas de las otras, prueba de la densa población.

Origen de los seldjúcidas

Los oguz se dividieron en 24 tribus, 12 llamadas Bozok, y 12, Üçok. Las tribus descendían de los seis hijos de Oguz Han: Gün, Ay, Yildiz, Gök, Dag y Deniz Han. Cada uno de ellos tuvo cuatro hijos, de ahí el número de 24 tribus. Los seldjúcidas (Selçuk-ogullari) provienen de Kinik, que eran descendientes de Üçok; mientras que los otomanos (osmanogullari), de los Tayi, descendientes directos de los Bozok.

Los seldjúcidas reinaron en el territorio de los oguz a partir del año 990. Llevaban el título de yabgu y su geografía cubría una superficie de un millón de kilómetros cuadrados. Esta familia, que previamente había poseído el beylik de la tribu dinik, constituye el núcleo hereditario del Estado seldjúcida, cuyo jefe llevaba el título de sübasi. El sübasi Kukak Bey, muerto hacia el 903, fue reemplazado por Selçuk (Seldjouk) Bey, jefe epónimo de la dinastía. Según la leyenda, Selçuk Bey murió hacia el año 1000, a la edad de 115 años. En 915, se convirtió al Islam y, con el soberano, todo el prestigioso clan Kinik. En el 999, el Estado semanita de origen iraní, que dominaba la Transoxianie y el Khorassan, fue desmembrado y su territorio dividido entre dos imperios turcos, el de los karakhanidas y el de los ghaznévidas. Atacando a estos grandes Estados turcos, los seldjúcidas se preparan para tomar el sultanato.

Con los ghaznévidas, los enfrentamientos fueron excesivamente violentos. Los seldjúcidas atacaron a este Estado, afligido por la muerte del sultán Mahmoud de Ghazna, ocurrida en 1030. en ese mismo año, los dos hermanos menores de Selçuk, Çagri (Tchagri) y Tugrul (Tougril) Bey, emprenden la conquista del Khorassan. En 1037, tras una dura lucha, entran en la ciudad de Merv, estableciendo su Estado sobre sólidos fundamentos. Poco tiempo después, la torre inexpugnable de Nichapur no tarda en ser tomada; al mismo tiempo, Tugrul Bey es proclamado sultán (emperador), en agosto del año 1038.