Hemos recibido del Servicio de Información del Vaticano una noticia donde el Santo Padre recibió el pasado jueves dos de septiembre al presidente de Israel Shimon Peres. Debemos recordar que buena parte de esta reunión viene provocada por las últimas tensiones que vienen produciéndose sobre todo en la ciudad de Jerusalén, donde desgraciadamente los asesinatos vuelven a ser portada en los distintos medios de comunicación.
Probablemente, Israel sea el territorio del mundo donde más sangre se ha derramado desde que el pueblo judío se asentara en él. Una sangre que a veces parece ser gratuita.
Nuevamente ambos mandatarios volvieron a tratar viejos asuntos como son la lucha por la paz en Tierra Santa, el discurso interreligioso entre las religiones abrahámicas y la estrecha colaboración entre judíos y católicos.
Pero hay un tema importante que a nosotros no se nos ha escapado y que también es de actualidad en
¿Qué sigue ocultando el suelo de Jerusalén que para los judíos es tan importante hasta el punto de prohibir a los musulmanes excavar en él?¿Qué buscan exactamente las autoridades israelíes?¿Conoce el Gran Rabinato de Jerusalén el motivo de estas intensas excavaciones?
Es una reflexión que lanzamos desde la encomienda de Barcelona. Pero no pretendemos con estas líneas desviar el centro de la noticia, que sin duda está en el nuevo encuentro entre Benedicto XVI y Shimon Peres.
Deseamos que el contenido sea de vuestro agrado.
CIUDAD DEL VATICANO, 2 SEP 2010 (VIS).-
"Benedicto XVI ha recibido esta mañana en audiencia en el Palacio Apostólico de Castelgandolfo al Presidente de Israel, Shimon Peres, que posteriormente se ha encontrado con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado y con el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
Durante los coloquios, desarrollados en un clima de cordialidad, se ha recordado la peregrinación que Su Santidad efectuó a Tierra Santa en 2009.
Con referencia a la reanudación de los contactos directos entre israelíes y palestinos, en programa hoy en Washington (EE.UU.), se ha manifestado el deseo de que contribuya a alcanzar un acuerdo respetuoso de las aspiraciones legítimas de los dos pueblos y capaz de llevar a una paz estable en Tierra Santa y en toda la región. Asimismo se ha reafirmado la condena de cualquier forma de violencia y la necesidad de garantizar a todas las poblaciones de la zona condiciones mejores de vida. Se ha hablado también del diálogo interreligioso y de la situación internacional.
Los coloquios han permitido examinar también las relaciones entre el Estado de Israel y
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