Desde la encomienda, proseguimos un lunes más, con
la reflexión del evangelio del Día del Señor de ayer domingo 3 de junio.
Desde Temple Barcelona, os invitamos a meditar
colectivamente y desearos también que tengáis una buena semana.
Los once
discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.
Al verlo, se postraron delante de Él; sin
embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo". (Mt 28, 16-20)
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo". (Mt 28, 16-20)
Reflexión:
En estos breves versículos del evangelista San Mateo, volvemos a
reiterar, lo complicado que para la humanidad es el creer en conceptos que
pueden parecernos inviables o imposibles de darse. Lo mismo que les ocurrió al
círculo más cercano de Jesús al dudar de su Maestro, de manera extensible nos
sucede a la mayoría de personas cuando queremos imaginarnos los misterios
cristianos. Nuestro Señor Jesucristo, sabedor de esto, no duda en continuar
animándoles a llevar la
Palabra a toda la humanidad, para lograr que el círculo de la doctrina trinitaria:
Padre, Hijo y Espíritu Santo, sobrevengan a toda la humanidad para la salvación
de la misma.
Plegaria:
¡Señor! Invade nuestro cuerpo y nuestra alma para que podamos comprender
los dones salvíficos que nos reporta tu doctrina trinitaria.
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