Vivimos
en una sociedad “extraña”, por decirlo finamente. Hasta la justicia parece no
funcionar como desearíamos la mayoría de personas, “el pueblo”. Podemos
equivocarnos, porque errar es de humanos. Pero cuando las pruebas son evidentes
y todo parece “cuadrar”, viene el jurista de turno para hacer su propia
interpretación de la ley. Luego pasa lo que pasa, que tenemos que leer atónitos
noticias como la que hemos recogido de la página de Forum Libertas, donde
personajes sin “escrúpulos” como es el caso de Don Carlos Morín, se colocan una
bata blanca para en lugar de salvar vidas, destruirlas. Los “justicieros” del
aborto, se han convertido en los “verdugos del progreso”, los mercenarios de la
cobardía más infame que pueda existir, asesinar a una persona inocente que no
puede defenderse.
Por
ello desde la encomienda de Barcelona no podemos compartir ni tampoco respetar,
la decisión que aplican los jueces que no condenan los miles de asesinatos que
se producen anualmente en quirófanos. ¡Luego nuestra sociedad se rompe las
vestiduras cuando vemos documentales sobre campos de exterminio!, pero cuando
el holocausto se produce en clínicas, nos parece un acto “no condenable”;
extraña sociedad.
Por
ello hemos creído oportuno compartir con todos vosotros la bochornosa noticia
sobre un nuevo atropello a la ética humana.
ForumLibertas.com
El
doctor Carlos Morín, recientemente absuelto de más de 80 abortos ilegales por
la Audiencia de Barcelona, declaraba en una entrevista en la emisora de radio
Rac1 que no se había cerrado ante la posibilidad de reabrir sus clínicas
abortistas en las que supuestamente habría realizado las ilegalidades de las
que ha sido absuelto.
El
doctor Morín afirmaba: “No siempre coincide el deseo con el poder. Tengo
energía, a pesar de la edad, y los principios intactos”. El que fuera inculpado
por abortos ilegales, estafa documental y asociación para delinquir afirmó: “Mi
mujer me diría que lo descartase. Yo no pierdo nunca la ilusión”. Y es que
falta ver el futuro que corren las clínicas que hasta ahora permanecían
precintadas por las autoridades.
Su detención y el
cierre de clínicas
El
26 de noviembre de 2007 saltaba la noticia de la detención de Carlos Morín en
una de sus clínicas. A las 9 de la mañana llegaba la Guardia Civil a cuatro
clínicas de Barcelona, todas en el barrio de Tres Torres, todas ligadas de una
u otra manera al doctor peruano. Precintó las instalaciones y empezó a
registrar despachos y dependencias, guardando en cajas documentación y
materiales de su interés. De Ginemedex la Guardia Civil se llevó una docena de
cajas.
La
Guardia Civil detuvo ese día a Morín, a uno de sus colaboradores (aún vestido
con la bata de médico, según fuentes policiales citadas por las agencias) y a
dos mujeres, una en la clínica Ginemedex y otra en el centro Emecé.
La
fiscalía de Barcelona y el juzgado de instrucción número 33 ordenaron la
operación a raíz de la querella que interpuso E-Cristians. La suma de
indicios aportados junto con las investigaciones de la jueza y la fiscal que
llevaban el caso reunieron indicios suficientes para dar pie a la importante
operación de registro.
Morín
ya fue encarcelado en 1989 por abortos en la clínica Ginetec de Alicante, una
sucursal de Barnamedic. También de Barnamedic era Emece, en Palma de Mallorca,
cerrada en noviembre de 2005 por la Conselleria de Salud balear. En Emece
Mallorca se hacían abortos pero sin ningún ginecólogo acreditado, según la
Dirección General de Acreditación y Evaluación. El "médico" que
efectuaba los abortos no era ginecólogo.
El
gran despliegue de la Guardia Civil, acompañada por la Guardia Urbana de
Barcelona, contrastó con lo sucedido tres años antes, cuando el dominical
británico The Sunday Telegraph (10 de octubre de 2004) publicó el reportaje de
una periodista inglesa infiltrada como "clienta" en Ginemedex, que
filmó con cámara oculta como iban a abortar a su bebé simplemente rellenando en
un papel una falsa declaración de "urgencia ginecológica".
Ante
el escándalo en Inglaterra y España, el 13 de octubre de 2004 el Departamento
de Sanitat de la Generalitat se limitó a enviar unos inspectores que fueron a
Ginemedex, revisaron algunos papeles de la clínica, no investigaron nada sobre
cómo se comprueban las supuestas “urgencias ginecológicas” y tampoco
investigaron la falta de rigor e independencia de los informes médicos que
avalaban los abortos. La "investigación" duró menos de un día.
Pero
los escándalos de los abortos tardíos de Ginemedex seguían salpicando por Europa.
El 29 de octubre de 2006 fue la televisión pública danesa la que emitía un
reportaje (emitido al día siguiente también en Inglaterra y Holanda) con otra
periodista infiltrada en otra clínica del doctor Morín, cuyo aborto se iba a
justificar con un arbitrario documento de "grave riesgo para la salud
-psíquica- de la madre". Cuando los periodistas daneses dijeron a
Morín que le habían grabado, éste acudió a Lluís Torralba, subdirector de
Servicios Sanitarios del Departamento de Salud. Torralba diría a los medios de
comunicación que "hace un mes que tenemos conocimiento de los
hechos", precisamente por avisarle Morín. Se declaró a la prensa que los
Mossos investigarían.
Fuentes
de la Guardia Civil insistieron en que la nueva investigación no estaba
relacionada con las anteriores. Es decir: no trabajaron con lo que los Mossos
pudieran haber investigado en 2004 (el caso inglés) o en 2006 (el caso danés).
Pero es evidente que la documentación danesa e inglesa formó parte de su
material de investigación, aunque sólo sea porque se la entregó e-Cristians con
la denuncia admitida a trámite en julio.
A
partir de la detención del doctor Carlos Morín se iniciaría un proceso de seis
años que habría concluido la semana pasada con la absolución del médico, su
esposa, y doce colaboradores. La asociación e-Cristians ya ha anunciado que
recurrirá el fallo al Tribunal Superior.
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