Desde la
encomienda de Barcelona volvemos a recuperar el apartado destinado a investigar
sobre la persona de María Magdalena. Para ello seguimos analizando el
manuscrito del evangelio atribuido a María Magdalena, que aclara el teólogo catalán Lluís Busquets de su obra
“Els evangelis secrets de Maria i de la Magdalena. La història amagada”, donde compara la
estructura y el significado que tienen las palabras del mencionado Evangelio.
Desde
Temple Barcelona, estamos convencidos de que su lectura os cautivará.
b.2) Estructura,
parámetros narrativos y significación
El Evangelio se estructura en tres partes bien marcadas: a) cc.1-4
(Diálogo del Salvador sobre la naturaleza de la materia y del pecado), b)
cc.5-9 (Intervención de Magdalena explicando una visión sobre la ascensión del
alma al mundo superior) y c) c.10 (Polémica entre los discípulos, de manera que
Pedro y Andrés contradicen a Magdalena y Leví la defiende hasta tal punto que
la mujer sale vencedora del debate). En esquema, tendríamos esto:
a)
cc.1: [Faltan las seis primeras páginas]
[Supuestamente se
trata de un diálogo postresurreccional del Salvador]
cc.2-4: Fin de la materia y naturaleza
del pecado
En el presente, todas
las cosas, materiales o espirituales, están entretejidas unas con las otras,
pero al final no será así, porque cada naturaleza retornará a su propia raíz, a
su estado y destino originales. En el ínterin actual, en el mundo mixto, la naturaleza del pecado
–que no existe- está vinculada a la naturaleza de la vida. Los seres humanos
pecan porque no reconocen la naturaleza espiritual superior, de modo que la
propia naturaleza inferior los seduce, los engaña y los conduce a la enfermedad
y a la muerte. No hay que seguir externamente a un líder ni a ninguna norma,
sino buscar internamente en cada uno de nosotros a la Criatura de la Humanidad Verdadera, que pertenece al Dominio
Divino, y conquistar así la paz interior. Eso es lo que se debe practicar.
b)
cc.5-7: Distinción entre alma, espíritu e
intelecto
Ante la desolación que
muestran los discípulos, temerosos de jugarse la piel predicando el Evangelio,
cuando Jesús asciende a los cielos, María les consuela solicitándoles que sean
“humanos de verdad”, como es ella, aunque no sea varón. A petición de Pedro, María
explica enseñanzas que ha recibido personalmente en una visión profética. La
visión (la naturaleza de la profecía) no se obtiene ni por el espíritu ni por
el alma, sino por el intelecto y…
cc.8: [Faltan las páginas del medio]
[Se cree que el
Salvador iba a exponer la superioridad del intelecto y, sin embargo, cuando el
texto continúa, el alma cobra importancia en su ascenso al mundo superior,
desprendida del cuerpo, ya que después de la primera Potencia, las Tinieblas,
se encuentra con una segunda, el Deseo o la Concupiscencia].
cc.9: Ascensión del alma venciendo a los
cuatro Poderes
Ascenso del alma al
mundo superior venciendo a los Poderes malignos (Tinieblas, Concupiscencia,
Ignorancia e Ira), que quieren mantenerla atrapada en el mundo material e
ignorante de su verdadera naturaleza espiritual.
c)
cc.10: Discusión y solución
Al concluir el relato,
Andrés y Pedro (que no debía de esperar estas enseñanzas excelsas) se resisten
a creer que provengan del Señor por dos razones: a) el rechazo a una enseñanza
basada en la profecía o en la revelación privada; y b) el hecho de que hayan
sido confiadas a una mujer. María rompe a llorar porque no se engaña ni les
engaña, y Leví sale en su defensa reprendiendo a Andrés y a Pedro, que ha
actuado como Adversario, sabiendo que Jesús amaba a la Magdalena más que a
nadie, y haciéndoles sentir vergüenza. Esto parece espolearles a ir a predicar
el Evangelio, de manera que Magdalena resulta totalmente enaltecida.
No nos entretendremos
a caracterizar a los personajes, sobradamente conocidos, presentados en dos
planos: en uno, el Salvador –que habla a los discípulos antes de la Ascensión y
se presenta en una visión a Magdalena-, es el verdadero personaje catalizador
del relato; en el otro, se nos presenta a los cuatro discípulos en una doble
pareja de protagonistas/antagonistas. No sabemos en qué espacio tiene lugar
este diálogo; el tiempo, en cambio, parece ser el que media entre la
Resurrección y la Ascensión, propio de los diálogos gnósticos.
La significación
temática parece clara: se debe considerar a una mujer como la Magdalena no sólo
como una verdadera discípula-apóstol del Señor y, por tanto, la gnóstica
perfecta, por encima de los discípulos varones, porque no teme desamparar su
cuerpo y regresar anímicamente al hogar superior, sino también como la única
capaz de recibir visiones especiales del Señor, de consolar a los discípulos al
constatar la separación del Salvador y de instarles a no sentir miedo a la hora
de ponerse a predicar la buena nueva.
Llegados aquí, es
evidente que la revelación de María presenta una concepción totalmente
alternativa a lo que significa el seguimiento de Jesús. [próximamente continuaremos con la
Interpretación entre el Evangelio de María y la protoortodoxia]
No hay comentarios:
Publicar un comentario