Desde
Temple Barcelona tenemos la intención de volver a compartir con todos vosotros la
reflexión del evangelio de ayer domingo 17 de febrero. Esta vez los versículos
de Lucas, nos muestran cómo debemos comportarnos ante las tentaciones de los
esbirros del mal.
Desde
Temple Barcelona, deseamos que podáis meditar estas gratas líneas con el fin de
saber cómo debemos actuar en todo momento.
‘Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de
las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto,
donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre.
El demonio le dijo entonces: "Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan".
Pero Jesús le respondió: "Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan".
Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra
y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero.
Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá".
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto".
Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,
porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden.
Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno.’ (Lc 4, 1-13)
donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre.
El demonio le dijo entonces: "Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan".
Pero Jesús le respondió: "Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan".
Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra
y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero.
Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá".
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto".
Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,
porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden.
Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".
Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno.’ (Lc 4, 1-13)
Reflexión:
El evangelista Lucas nos muestra cómo Jesús
también fue tentado por el demonio de diversas formas. San Lucas nos pone como
ejemplo tres, ante las cuales, Jesús niega obedecer al demonio. Esta prudente
actuación, nos recuerda que cuando seamos conscientes de que existen injusticias,
debemos denunciarlas y negar a participar en las mismas. Es importante que
sepamos decir que “no” sin temor a posibles represalias, debemos entender que
nuestra manera de ser no necesariamente debe de gustar a todo el mundo y sí a
los ojos de Dios. Debemos mostrarnos íntegros, y ante posibles dudas, debemos
consultar a Dios. El Altísimo, en su infinita sabiduría, sabrá conducirnos por
el camino correcto.
Plegaria:
¡Señor! Ilumínanos con tu infinita prudencia
para saber discernir en todo momento cómo debo comportarme en todo momento y de
esa forma ser útil para la comunidad.
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