Queremos abordar un tema interesante que desde la encomienda de Barcelona hemos encontrado de interés general, no sólo para los que formamos parte de
Para ello hemos seleccionado un texto del español D. Juan Ignacio Cuesta Millán, que fue publicado en el libro “Codex Templi”.
Este primer capítulo lo quiero dedicar al hermano de Toledo, fr.++François, no sólo por la amistad fraternal que nos une, sino por el incansable trabajo que lleva realizando por el bien del Temple.
Desde este humilde rincón, deseamos que su lectura sea también de vuestro interés.
A continuación se propone el estudio de algunos edificios templarios erigidos conforme a los cánones de la “arquitectura sagrada”. El recorrido comienza en la conocida como meseta cristalina, en la provincia de Toledo.
El castillo de Montalbán y la iglesia de Santa María de Melque
En el siglo XIII, estos lugares se configuraban como la frontera entre moros y cristianos, y fueron los monjes-soldados quienes se ocuparon de la protección de la zona. La primera actuación, naturalmente, fue construir uno de los más grandes castillos españoles, Montalbán, con dos impresionantes torres albarranas que se recortan en el horizontes como dos gigantes inexpugnables.
Muy cerca del castillo está
Poco se sabe de la historia de la fortaleza en aquellos años. Tras la disolución de
Aproximadamente a tres kilómetros del castillo se encuentra un lugar sagrado que ha suscitado alguna polémica: la iglesia de Santa María de Melque. Según el historiador Luis Caballero Zoreda, es obra de los visigodos en el siglo VII. Según otros autores (Manuel Gómez-Moreno, Vicente Lampérez, Valcárcel y Cedillo), el templo fue construido por los mozárabes entre los siglos IX y X. La tipología de la iglesia, semejante a San Miguel de Celanova, Santiago de Peñalba y San Miguel de Escalada, abona la segunda hipótesis, propugnada por Cedillo, pero la estratigrafía y las similitudes con Santa Comba de Bade, San Pedro de
En todo caso, es muy posible que el Temple estuviera muy interesado en custodiar aquellas tierras, precisamente, por la existencia de aquel santuario. (Hasta hace muy pocos años, por cierto, se utilizaba como almacén de trastos por parte de un ganadero). Según una leyenda de la comarca, hay una galería subterránea que va desde el castillo hasta la iglesia; en el relato se afirma que los caballeros templarios escondieron sus tesoros en ese pasadizo tras la disolución de
En el interior del templo hay un pozo profundo, que parece tener continuidad por una galería aneja; puede que ese subterráneo llegue incluso hasta el impresionante barranco del río Torcón, a la espalada del castillo.
Estas tierras son duras, inhóspitas. ¿Qué había en aquel lugar que pudiera interesar a tantos grupos humanos durante tanto tiempo? ¿Estamos de nuevo ante un caso de ubicación idónea para lugares sagrados? Antes que visigodos, mozárabes y templarios, este emplazamiento fue ocupado por los romanos: la existencia de hasta cinco presas de almacenamiento de agua prueba el interés del Imperio en esta zona. Algunos expertos piensan que se trataba de piscifactorías para salazones; otros opinan que los estanques se utilizaban como lavaderos de mineral.
Ponferrada y el Valle del Silencio
Lo primero que salta a la vista cuando entramos en el castillo templario de Ponferrada (siglo XI), es una cruz Tau. A pesar de ser una edificación de fines poliorcéticos (defensivos), cada detalle original demuestra que en sus piedras se labraron contenidos de otro tipo. Según Juan Pedro Morín Bentejac y Jaime Cobreros Aguirre, en El Camino iniciático de Santiago (Ediciones 29, Barcelona, 1993) los griegos consideraban esta letra como un símbolo de inmortalidad. Los visigodos, que fijaron su capital en Taulede (Toledo), indicaban con
Fotografía del castillo de Ponferrada (León)
El castillo de Ponferrada está construido de acuerdo con la disposición de algunas estructuras astronómicas, reflejando en la Tierra lo que aparece en el cielo. Louis Charpentier explica que los lugares elegidos tenían que estar cerca de frondosos bosques que les proporcionaran combustible suficiente para calentar las innumerables estancias de aquellas imponentes moles. La masa forestal no escasea en el Bierzo, y a los pies de las montañas sagradas celtas –
La técnica del ruina mortium consistía en dirigir fuertes corrientes de agua sobre las montañas cargadas de oro; el barro resultante se conducía después hacia los lavaderos, donde se terminaba y se obtenían las pepitas. Así se creó el singular paraje de Las Médulas, actualmente englobado en la categoría de Patrimonio de
Ponferrada tiene muchos elementos mágicos y sagrados que se pueden leer como “signos de reconocimiento”. Por ejemplo, su triple muralla,
Uno de los aspectos más llamativos del Bierzo es su tendencia histórica hacia el misticismo. Es una zona que ha sido escogida por numerosos individuos y congregaciones como lugar adecuado para recogerse en meditación y alcanzar estados de éxtasis. Muy cerca de Ponferrada está el monasterio benedictino de San Pedro de Montes, que precisamente gozó su época de máximo esplendor en tiempos de los templarios. El canto gregoriano se escuchaba permanentemente, resonando en los tranquilos valles bercianos.
Debe mencionarse también el Valle del Silencio, situado muy cerca del pueblo de Peñalba de Santiago, donde San Genadio fundara un monasterio en el siglo X. Este eremita, que pasó gran parte de su vida en una cueva, reunió en aquel cenobio a todos los ascetas que andaban dispersos por aquellos montes. También en este pueblo existe una magnífica iglesia mozárabe. No es casualidad que esta región se conozca como
Decir que un castillo es un edificio sagrado puede parecer algo fuera de lugar y una tremenda exageración, pero el análisis de estas construcciones adquieren matices distintos cuando se observa una intención manifiesta de que los indiciados fueran capaces de reconocer ciertos mensajes sutiles, confeccionados en cierto modo para ser comprendidos a lo largo de toda
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