Desde la encomienda de Barcelona queremos continuar con el apartado dedicado a los personajes más importantes de las Sagradas Escrituras.
Esta vez le toca el turno a un personaje del Nuevo Testamento, el romano Poncio Pilato.
Mucho se ha hablado del papel que tuvo Pilato en el juicio a Jesús. Si fue “chantajeado” por los judíos o bien encontró indicios que demostraran “delito” de Jesús sobre las leyes romanas. ¿Fue héroe o villano?
Para discernir mejor esta cuestión, hemos recogido el siguiente texto escrito por el teólogo J.R.Porter y que ha sido publicado en su libro cuyo título al español es “La Biblia”.
Desde este humilde rincón deseamos os guste su contenido.
Pilato presenta a Jesús. Pintura de Antonio Ciseri titulada "Ecce Homo" (He aquí el hombre) año 1871
Poncio Pilato (o Pilatos) fue gobernador de Judea desde el 26 al 36 d. C. Su nombre, así como su cargo específico, “prefecto”, en lugar del más popular “procurador”, se encontró en 1961 en una inscripción de Cesarea. Seguramente se trasladó de Cesarea a Jerusalén para controlar la ciudad durante
El hecho de que Pilato ostentase el cargo durante una década demuestra que como administrador no fue un fracaso. Los evangelios tienden a exonerarlo y a responsabilizar a los judíos de la muerte de Jesús, actitud que se ve más claramente en Juan. Marcos lo presenta como un juez relativamente imparcial, lo que parece más real. En escritos cristianos posteriores, Pilato se convirtió en una especie de héroe y
Visión de los apóstoles sobre Pilato
Pilato trata a Jesús como mandan los cánones legales romanos. Como sabemos por la famosa carta del escritor romano Plinio sobre los cristianos, los que no se defendían (como Jesús) tenían tres oportunidades de cambiar de idea. Jesús no se defiende y Pilato se ve obligado a condenarlo. Los adversarios de Jesús presionan a Pilato y lo acusan de traición al César (Jn 19, 12), cago que el procurador no podía tomarse a la ligera. Cabe la posibilidad de que los enemigos de Pilato lo utilizaran en su contra, ya que la manipulación sin escrúpulos de la ley de traición con fines políticos fue un rasgo habitual de la vida pública romana.
Mateo, Marcos y Juan afirman que existía la costumbre de que por Pacua el gobernador excarcelara a un preso que el pueblo elegía (Mt 27, 15; Mc 15, 6 y Jn 18, 39). Desconocemos la práctica de esta costumbre, aunque Barrabás, liberado en lugar de Jesús, pudo ser una figura muy conocida. Marcos y Lucas dicen que estaba encarcelado por insurrección (Mc 15, 7 y Lc 23, 19), lo que conincide con los disturbios que en la época estallaron en Palestina. Barrabás significa “hijo del padre”. Algunas versiones del Evangelio según Mateo lo llaman Jesús Barrabás, por lo que el episodio tal vez fue incluido en la historia evangélica para reflejar el contraste entre el destino de Jesús el falso Mesías, que se libra de los sufrimientos, y Jesús el auténtico “hijo del Padre”, que ha de padecer a manos de sus enemigos.
Mateo intensifica la narración de las últimas horas de Jesús con diversos signos y portentos, entre los que figura el sueño de la esposa de Pilato (Mt 27, 19), que reconoce que Jesús es “justo”. El objetivo de esta escena consiste en demostrar que los gentiles consideraban una figura importante a Jesús. Se corresponde con la escena del Evangelio según Lucas en la cual, a la muerte de Jesús, el centurión romano declara: “Realmente, este hombre era un justo” (Lc 23, 47).
Pues vaya sigues con la tonteria de la magia de las velas. También nombras a un "chaman". En conjunto muy cristiano que digamos no es. A nivel personal puedes decir lo que quieras pero como comendador del Temple dejas mucho que desear.
ResponderEliminar