Desde la
encomienda de Barcelona queremos ofreceros la siguiente noticia publicada en
Forum Libertas, que tiene que ver con la polémica de si la Iglesia debe pagar el
Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
La noticia
en cuestión informa que las embajadas, los edificios
públicos y del patrimonio existente en Madrid suman el 85% de la parte exenta
de IBI, mientras que el patrimonio de la Iglesia representa tan solo el 5%, con lo que se
desprende que la idea de que la
Iglesia pague el IBI supondría unos ingresos municipales de
algo de menos de cinco millones de euros, mientras que los ingresos que
representarían las embajadas, los edificios públicos y del patrimonio sumarían
más de noventa millones de euros.
Desde Temple Barcelona os
animamos a que leáis la noticia.
Fotografía del lujoso
palacio de Longoria, sede de la queridísima Sociedad General de Autores y
Editores (SGAE), está exento del IBI.
ForumLibertas.com
En los últimos días se ha
planteado por algunos Ayuntamientos la supresión de la exención del Impuesto
sobre Bienes Inmuebles (IBI) a la Iglesia católica. El profesor Titular de
Derecho Financiero y Tributario de la Universidad CEU San
Pablo, Juan Ignacio Gorospe Oviedo, ha explicado el origen de esta excepción, a
qué otras entidades afecta y ha propuesto alternativas a esta iniciativa.
Así, recuerda que dicha
exención se aprobó por el Acuerdo de 1979 entre el Estado español y la Santa Sede , pero que en
1992 se amplió a otras confesiones religiosas de España mediante sucesivos
acuerdos de cooperación: Entidades Religiosas Evangélicas, Comunidades
Israelitas y Comisión Islámica.
Posteriormente, la Ley 49/2002, de
incentivos fiscales al mecenazgo, estableció unos supuestos de exención
aplicables a todas las entidades sin fines lucrativos si cumplen los requisitos
de la Ley ,
incluidas las citadas confesiones religiosas. Además, la Ley de Haciendas Locales
de 2004 prevé la exención del IBI, entre otros, para entidades públicas,
embajadas y sedes diplomáticas, bienes declarados de interés cultural y
colegios concertados.
Por tanto, explica el profesor
Gorospe, la exención no se aplica solo a la Iglesia católica,
afecta también a otras religiones (evangélica, judía, islámica) y a otros
edificios de los que son titulares entidades sin fines lucrativos. Así, aclara
que en Madrid están exentos el Hotel Palace, el Palacio de Liria, el Palacio
de la SGAE ,
las Embajadas... Concretamente, el profesor señala que Madrid podría
recaudar 109 millones de euros si se suprimiera la exención, de los cuales los
edificios públicos suponen más de 60 millones, los edificios del patrimonio
histórico 30 millones, las embajadas tres millones y los templos y sedes
religiosas algo menos de cinco millones. Como puede observarse, la mayor
pérdida de recaudación no corresponde a las confesiones religiosas, entre las
que se encuentra la
Iglesia católica.
Ante la pregunta de cuál es la
justificación de la exención en el caso de la Iglesia , el profesor
señala el artículo 16 de la Constitución establece la libertad religiosa
y de culto. Una forma de promoverla es mediante beneficios fiscales, como la
exención del IBI. Pero, el profesor Gorospe subraya que además la Iglesia presta
un importante servicio a la sociedad predicando valores como la justicia y la
solidaridad –también recogidos en la Constitución- y
supliendo en muchos casos la ineficiencia del mercado y de la actuación del
Estado. La labor litúrgica (eucaristías, bautizos, comuniones,
confirmaciones, bodas), pastoral (catequesis, misiones), y asistencial
(hospitales, casas de ancianos, enfermos crónicos y minusválidos, orfanatos,
guarderías, víctimas de violencia, ex reclusos, ex prostitutas, centros de
asesoría jurídica, promoción del trabajo, asistencia a inmigrantes,
rehabilitación de drogadictos) supone un beneficio muy importante para la
sociedad. A nivel tanto espiritual como material, pues supone un ahorro de
costes para la Administración. Concretamente , la tarea educativa
de la Iglesia ,
con cerca de un millón cuatrocientos mil alumnos, supone un ahorro al Estado de
4.399 millones de euros.
De otra parte, si bien es
cierto que en tiempos de crisis puede plantearse el aumento de impuestos o
supresión de exenciones, el profesor enumera una serie de puntos a tener en
cuenta. Primero habría que discriminar entre quienes reciben esas exenciones,
atendiendo a su fundamento. Segundo, hay que considerar que la labor
de la Iglesia en
esta época se ha incrementado, al aumentar los supuestos de exclusión social y
reducirse al mismo tiempo el dinero recibido por la Iglesia y otras
entidades a través de la aportación voluntaria del IRPF –un caso excepcional en
el que el contribuyente puede disponer del destino de sus impuestos-, al punto
que la asistencia a la dependencia de los Ayuntamientos se está complementando
por las parroquias y la actividad de Cáritas. Tercero, habría que mirar bien
las cuentas de los Ayuntamientos, reduciendo partidas de gasto que seguramente
sean menos necesarias que la ayuda prestada por la Iglesia en sus
respectivos ámbitos. Cuarto, puestos a suprimir exenciones, podría suprimirse
la exención de la lotería en el IRPF, que supondría una importante partida de
ingresos en una época de crisis como la actual. Y quinto, los Ayuntamientos no
tienen potestad para suprimir la exención por carecer de poder legislativo,
para ello habría que cambiar la
Ley de Haciendas Locales y legislación anexa citada.
Rouco advierte sobre la labor
social y el IBI
En este sentido, en
declaraciones a los periodistas después de participar en Cádiz en el XXIII
Simposio de Historia de la
Iglesia en España y América, Rouco Varela, presidente
de la CEE ,
afirmó que la exención de la que se beneficia la Iglesia es, conforme
a la legislación, la misma de la que es titular "cualquier entidad que
trabaja o que actúa sin ánimo de lucro".
El cardenal, además ha
explicado que con respecto a la
Iglesia hay un principio previo que se refiere sólo a
los edificios de culto, de dedicación al culto y a la actividad pastoral
estricta; pero que la amplitud que tiene ahora es la de “una ley general de
la que nosotros participamos como múltiples instituciones, incluso los
sindicatos o partidos políticos”.
En cualquier caso, "si la
suprimen" y hay que hacer frente a ese impuesto la Iglesia lo hará,
aunque ha advertido que ello puede ir en detrimento de otras acciones de la
institución, como podría ser la de Cáritas. No obstante, ha señalado que
"la generosidad de los fieles es muy grande y da para todo lo que se pueda
hacer".
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