Ayer domingo 2 de diciembre, comenzó el tiempo
Adviento. Por ello queremos volver a compartir con todos vosotros el evangelio
de ayer Día del Señor y que de manera privada lo podamos meditar
individualmente. Es tiempo del evangelista Lucas y debemos estar atentos a sus
palabras. En el sagrado texto de ayer, nos encontramos a un san Lucas que nos
propone que el Retorno del Hijo del hombre no será agradable porque con él
vendrán desastres y violencia.
Desde Temple Barcelona estamos seguros que el texto
lo encontraréis propicio para su atenta reflexión.
‘Habrá señales en
el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa
de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.
Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes
como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".’ (Lc 21, 25-28; 34-36)
Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes
como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".’ (Lc 21, 25-28; 34-36)
Reflexión:
San Lucas nos ofrece una panorámica
desesperante de cómo será la tierra antes de la Venida de Nuestro Señor
Jesucristo. La angustia y la violencia se darán cita para que posteriormente el
Hijo del hombre se presente con la intención de salvarnos de la perdición. De
este texto podemos deducir de la importancia que tiene Dios en nuestras vidas.
Con Él al margen, no somos más que cuerpos de carne y sangre, hambrientos y
deseosos de saciar nuestros instintos más primarios de cualquier forma, más
próximos al odio que al amor.
Plegaria:
¡Señor! No
me permitas que me aleje de ti, sólo tu puedes proporcionarnos el amor
necesario para que vivamos bajo el respeto y el amor hacia los demás. Haz que
la paz gobierne el mundo y lo libere de la esclavitud del egoísmo.
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