Desde la encomienda de
Barcelona proseguimos con nuestro apartado dedicado a la reflexión del
evangelio del Día del Señor.
Desde Temple Barcelona
os invitamos a su detenida meditación.
Representación
de Jesús sanando a un sordomudo.
“Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: ‘Efatá’, que significa: ‘Ábrete’.
Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban
y, en el colmo de la admiración, decían: ‘Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos’.” (Mc 7, 31-37)
Reflexión:
Jesús nos da muestras
de su misericordia e intenta mejorar la vida de los más afligidos, en esta
ocasión, Marcos nos habla sobre la sanación de un sordomudo, a quien Jesús lo
libera de esa condición. El Señor después de sus curaciones les pedía a los
testigos que no revelasen lo que allí habían visto, que fuesen prudentes, pero
lejos de obedecer, las gentes corrían a explicar a sus semejantes las
maravillas que Jesús obraba.
Plegaria:
¡Señor!, que tu bendita
gracia recaiga en todos nosotros. Continúa apiadándote de aquéllos que más lo
necesitan y otórgales la esperanza de una vida más llevadera.
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