Hoy queremos abordar desde la encomienda de Barcelona, un interesante texto redactado por nuestro querido amigo, periodista de profesión y escritor por vocación, Jesús Ávila Granados, publicado en su libro “La mitología templaria”.
Deseamos desde esta humilde casa, que por supuesto también es la vuestra, que sea de vuestro agrado.
Letra hebrea thet.
Sabemos que el alfabeto hebreo, que consta de 22 letras que se identifican con figuras numéricas, es considerado como un lenguaje divino y sagrado en Occidente. La tau templaria se identifica con la novena letra, la Thet, que está vinculada astrológicamente con la constelación de escorpio.
En el alfabeto hebreo, la tau se relaciona con Neptuno, el último de los siete planetas sagrados de la Antigüedad. Planeta del espíritu –como Júpiter y Venus-, estrechamente relacionado con el signo Piscis. Neptuno es la inspiración, el genio, la estética, la vida superior; por tanto, el misticismo, el pensamiento superior y la capacidad de ser médium.
La letra tau en el alfabeto hebreo corresponde igualmente con el número 22, el último de los arcanos mayores, cuyo significado es la comprensión del todo.
El alfabeto hebreo también guarda una estrecha relación con el tarot egipcio; comparándolos, vemos que en la carta 22 del tarot egipcio, denominada El Loco, aparece un hombre ataviado con una piel que mira hacia el futuro; con su mano derecha sujeta un cetro, símbolo de poder, y en la izquierda la cruz ansada (llave de la vida). La carta nos lleva a Neith (diosa de la guerra), adorada especialmente en Sais; los griegos la identificaron con Atenea y posteriormente se representó como divinidad bisexual. Es madre de Sobek y señora del mar, lo que nos dirige nuevamente a la simbología del mar (Neptuno, Piscis).
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