Desde la encomienda de
Barcelona queremos compartir con todos vosotros una noticia que hemos recibido
del Servicio de Información Vaticana (VIS) que nuevamente se refiere al ámbito
“hipermedia” y su difusión mediante las redes sociales.
La Iglesia –al igual
que muchos de sus fieles- desea potenciar “el Evangelio” con la utilización
habitual de la Palabra en las redes sociales. Sin duda se han convertido estas
últimas, en una importante herramienta para compartir inquietudes y
conocimientos.
Desde Temple Barcelona
hemos querido divulgar la noticia en la página, para dar a conocer a nuestros
lectores, cómo piensa la Iglesia institucional acerca de este practiquísimo espacio y si van a
continuar potenciándolo para llegar a más personas, que necesitan el ejemplo de
nuestro Señor Jesucristo y quizás todavía no lo conocen.
Ciudad
del Vaticano, 24 enero 2013 (VIS).-Esta mañana en la Oficina de Prensa de la
Santa Sede ha tenido lugar la presentación del Mensaje de Benedicto XVI para la
XLVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebra este año
el domingo12 de mayo, cuyo tema es: “Redes sociales, portales de verdad y de
fe; nuevos espacios para la evangelización”. Han intervenido el arzobispo
Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones
Sociales y monseñor Paul Tighe, Secretario del mismo dicasterio.
“El
Mensaje de esta Jornada Mundial - ha dicho el arzobispo Celli- presenta una
valoración positiva. aunque no ingenua, de los social media. Son considerados
como una oportunidad de diálogo y de debate y se les reconoce la capacidad de
reforzar los lazos de unidad entre las personas y de promover eficazmente la
armonía de la familia humana. Este carácter positivo requiere, sin embargo, que
se actúe en el respeto de la privacidad, con responsabilidad y dedicación a la
verdad, y con autenticidad, dado que no se comparten solamente informaciones y
conocimientos, sino que, en sustancia, comunicamos una parte de nosotros
mismos”.
“La
dinámica social de los social media -es oportuno subrayarlo- se inserta en
aquella, todavía más rica y profunda de la búsqueda existencial del corazón
humano. Hay un entrelazarse de preguntas y respuestas que da sentido al camino
del ser humano. En este contexto el Papa toca un aspecto delicado de la
cuestión, cuando habla de la marea de las informaciones que arrolla “la voz
discreta de la razón”.
“El
tema de la Jornada actual habla de nuevos espacios de evangelización;
evangelización que es anuncio de la Palabra, que es anuncio de Jesucristo. Es
necesario recordar, a este propósito, cuanto escribía Benedicto XVI en el
Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en 2011, cuando
subrayaba que no se trata sólo de una expresión explícita de la fe, sino,
substancialmente, de un testimonio eficaz, esto es en la manera en que se
comunican “decisiones, preferencias, juicios que sean profundamente coherentes
con el Evangelio, aunque si no se habla de él de forma explícita”.
A
continuación monseñor Tighe ha explicado que el Papa “da por descontada la
importancia del ambiente digital como una realidad en la vida de muchas
personas. No se trata de una suerte de mundo paralelo, o solo virtual, sino de
una ambiente existencial en que las personas viven y se mueven. Se trata de un
“continente” en que la Iglesia debe estar presente y donde los creyentes, si
quieren resultar auténticos en su presencia, tendrán que intentar compartir con
los otros la fuente más profunda de su alegría y su esperanza, Jesucristo. El
foro creado por las redes sociales, nos permite compartir la verdad que el
Señor ha transmitido a su Iglesia, escuchar a los demás, conocer sus intereses
y preocupaciones, comprender quienes son y que buscan”.
De
igual modo, el Santo Padre “individua algunos de los retos que tenemos que
enfrentar si queremos que nuestra presencia resulte eficaz. Tenemos que mejorar
nuestro conocimiento del lenguaje de las redes sociales, un lenguaje que nace
de una convergencia entre texto, imagen y sonido, un lenguaje que se
caracteriza por la brevedad y que apunta, a involucrar los corazones y las
mentes, pero también el intelecto. A este propósito, el Papa nos exhorta a
servirnos de nuestro patrimonio cristiano, que es rico de signos, símbolos y
expresiones artísticas. Necesitamos recordar una verdad fundamental de la
comunicación: nuestro testimonio, -es decir, nuestras acciones y nuestros
modelos de comportamiento- es a menudo más elocuente que nuestras palabras y
declaraciones para expresar quienes somos y en qué creemos. En ámbito digital,
el Papa sugiere que la voluntad de involucrarnos, con paciencia y respeto, en
las preguntas y las dudas de los que encontramos en las redes puede constituir
una expresión potente de nuestra atención y nuestra solicitud hacia ellos”.
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