Queridos lectores de la encomienda de
Barcelona,
Hemos comenzado un nuevo año que con la unión,
la colaboración y el esfuerzo de todos los hermanos y amigos del Temple, y bajo
el amparo del Altísimo, debemos confiar
para que sea un mejor año que el que acaba de concluir.
Atrás debemos dejar el dolor que produce la
pérdida de nuestros seres queridos, puesto que los cristianos sabemos que la
muerte corpórea no es el final, sino el inicio de una nueva andadura en un
plano más espiritual que éste en el que nos encontramos. Para todos aquellos
que han probado este amargo trago, reciban nuestras más sinceras muestras de
cariño.
Desde Temple Barcelona os deseamos que este
nuevo año 2013 sea benéfico para nuestra fe y salud, con la esperanza de que
nuestra alma se inunde de alegría y amor.
¡Feliz y próspero 2013!
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