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lunes, 27 de diciembre de 2010

El Papa pide perseverancia a los cristianos perseguidos en el mundo


Desde la encomienda de Barcelona recuperamos, como viene siendo tradicional, nuevamente el mensaje de Navidad que Benedicto XVI ha dirigido a todos los cristianos.

Esta vez Su Santidad ha centrado su discurso en los lamentables sufrimientos que vienen padeciendo los cristianos en algunos países del mundo y que desgraciadamente parece no tener fin.

Desde este humilde rincón queremos compartir con todos vosotros el mensaje del Papa. Para ello lo hemos recuperado de la página Forum Libertas y confiamos que el texto nos hará todavía más reforzar nuestra fe ante tanto dolor gratuito.

ForumLibertas.com

Benedicto XVI exige libertad religiosa y condena 24 horas después de su mensaje la “absurda” violencia desencadenada contra iglesias en Nigeria y Filipinas

El mensaje de Navidad del Papa Benedicto XVI no ha querido pasar por alto la situación de indefensión y violencia que viven numerosas comunidades cristianas del mundo por su propia condición. El obispo de Roma quiso cerrar su mensaje navideño con un apremiante llamamiento al respeto de la libertad religiosa de todos los creyentes y con una declaración de solidaridad a los cristianos que sufren persecución o discriminación.

El Papa felicitó el nacimiento de Jesucristo ante decenas de miles de peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro y lo hizo en 65 idiomas muestra de la necesidad de que sea un mensaje escuchado por todo el mundo.

El pontífice está perfectamente informado de los focos de violencia crónicos que algunos países tienen –oficialmente o no- sobre los católicos en el mundo, la confesión más perseguida del mundo (así lo confirman varios estudios). Por ello, el Santo Padre lanzó un llamamiento a favor de las poblaciones golpeadas por la violencia o las catástrofes naturales: desde Tierra Santa e Irak hasta Haití y otros países de América Latina; desde Afganistán y Pakistán hasta los países africanos en guerra; desde la tensión entre las dos Coreas hasta la difícil situación de los cristianos en China.

Asimismo, Benedicto XVI deseó “que el amor del 'Dios con nosotros' otorgue perseverancia a todas las comunidades cristianas que sufren discriminación y persecución, e inspire a los líderes políticos y religiosos a comprometerse por el pleno respeto de la libertad religiosa de todos”.

“Que la celebración del nacimiento del Redentor refuerce el espíritu de fe, paciencia y fortaleza en los fieles de la Iglesia en la China continental, para que no se desanimen por las limitaciones a su libertad de religión y conciencia y, perseverando en la fidelidad a Cristo y a su Iglesia, mantengan viva la llama de la esperanza”, afirmó el líder de la Iglesia universal.

Benedicto XVI quiso acentuar el mensaje de Dios en pro de las personas “cuya dignidad es ofendida y violada, porque Aquel que ha nacido en Belén ha venido a liberar al hombre de la raíz de toda esclavitud”.

En un mensaje plagado de referencias a la falta de existencia de libertad de credo en algunos puntos del planeta, el Papa deseó que “el anuncio consolador de la llegada del Emmanuel alivie el dolor y conforte en las pruebas a las queridas comunidades cristianas en Irak y en todo Oriente Medio, dándoles aliento y esperanza para el futuro, y animando a los responsables de las naciones a una solidaridad efectiva para con ellas”.

Condena a los ataques contra iglesias en Nigeria y Filipinas

Benedicto XVI tuvo que volver a manifestarse al día siguiente de su mensaje navideño sobre los cristianos perseguidos en el mundo. El pontífice condenó la “absurda” violencia desencadenada contra iglesias en Nigeria y Filipinas, y aprovechó para transmitir sus condolencias a los paquistaníes por el ataque suicida perpetrado contra un centro de reparto de alimentos en el noroeste del país, que se cobró la vida de más de 40 personas.

“Quiero expresar mi más sentido lamento por las víctimas de estos absurdos actos de violencia”, proclamó el Papa desde su balcón en la plaza de San Pedro: “Repito una vez más mi llamamiento para que se abandone el sendero del odio y en su lugar se busquen soluciones pacíficas”, incidió e nuevo el Santo Padre.

Al menos seis personas resultaron muertas en los ataques perpetrados ayer sábado en dos iglesias del noreste de Nigeria. En Filipinas, otras seis resultaron heridas por la explosión de una bomba en la isla de Jolo.

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