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jueves, 6 de enero de 2011

Conociendo a Jesucristo: Los “Magos de Oriente”


Desde la encomienda de Barcelona, siguiendo nuestro propósito de renovar el temario para el 2011, vamos también a incorporar otro objetivo para esta nueva temporada: conocer a Jesucristo.

Mucho se ha escrito sobre la vida de Jesús de Nazaret, tanto por parte de creyentes como también de no creyentes y todavía parece que esa fascinación que provoca “el Hijo del Padre”; el Verbo encarnado en Hombre, afortunadamente no tiene aspecto de remitir.

Pero la pregunta que debemos formularnos es ¿conocemos bien a Jesucristo? ¿Qué sabemos sobre su vida, su doctrina y sus interpretaciones? Dependiendo de la respuesta a estas preguntas, puede ser un buen inicio de partida para entender el sentido de llamarnos y sentirnos cristianos.

Para ello, vamos a seleccionar del libro “Jesus Christ” escrito por nuestro ya conocido teólogo protestante J.R. Porter, diferentes asuntos que nos aclararán los distintos aspectos citados anteriormente que rodearon a la figura de Nuestro Salvador.

Desde Temple Barcelona, deseamos que os despeje algunas dudas este nuevo apartado.

Representación medieval de la Adoración de los Magos de Oriente.

El segundo capítulo de Mateo relata la conocida historia de los “Magos de Oriente” (Mt 2, 1), los cuales, siguiendo una estrella, fueron a adorar al niño Jesús. Este episodio experimentó un considerable desarrollo dentro del pensamiento cristiano. Por ejemplo, el evangelista nos dice cuántos magos eran, y la tradición de que fueron tres se dedujo del hecho de que llevaron consigo tres tipos de presentes (oro, incienso y mirra).

Con frecuencia, los visitantes son considerados reyes, una idea que únicamente prosperó cuando la Iglesia adaptó versos de la Biblia hebrea a este episodio. Por ejemplo, existen referencias en los Salmos a reyes que llevan tributos a un gobernante israelita considerado como el Mesías, mientras que Isaías habla de unos reyes que acudieron ante el resplandor del Mesías y de camellos llevando oro e incienso (Is 60, 6). Es curioso que el propio Mateo no cite estos pasajes, si se tiene en cuenta su marcada tendencia a citar predicciones bíblicas que considera referidas a Jesús.

En ocasiones se ha representado en el arte a los extranjeros orientales visitando al recién nacido Jesús en el pesebre al mismo tiempo que los pastores, cuya visita se describe en Lucas. Pero Mateo dice que encontraron a Jesús y María en su entorno doméstico (Mt 2, 11) y el hecho de que Herodes sintiera la necesidad de masacrar a todos los niños de menos de dos años sugeriría que Jesús había nacido bastante tiempo antes.

Con frecuencia, ha habido intentos de conectar la estrella estelada con fenómenos astronómicos acaecidos alrededor del nacimiento de Jesús, sobre todo con la aparición de un cometa hacia el año 5 a. C. Pero parece más probable que Mateo desarrollara un escenario imaginario a partir de una profecía del libro de los Números en que “una estrella saldrá de Jacob” (Núm 24, 17). Mateo no cita este pasaje, pero también aparece en una recopilación de textos mesiánicos de Qumrán. Simon bar Kokhba, el líder de la segunda revuelta judía contra Roma (132-135 d. C.) recibió el nombre de “bar Kokhba” (“hijo de la estrella”) y muchos seguidores le proclamaron el Mesías.

Se ha sugerido que todo el episodio en el que los sabios extranjeros reconocen a Jesús anticipa deliberadamente la misión cristiana universal con la que finaliza el evangelio de Mateo (Mt 28, 19). De ser así, la referencia es oblicua: los magos no figuran como evangélicos conversos, sino que simplemente vuelven a su país de origen (Mt 4, 12). Con mayor probabilidad, el evangelista expresa la esperanza común judía de que cuando aparezca el Mesías, éste a Israel recibirán los honores de todas las naciones. Las especulaciones que se hicieran en los círculos eruditos judíos de Jerusalén sobre la llegada del esperado Mesías podrían haber encontrado respuesta en la decisión de Herodes de convocar a todos los sumos sacerdotes y a los escribas y buscar su consejo (Mt 2, 4).

Hoy es un día especial para los cristianos, porque celebramos la Epifanía del Señor, adorémosle con el evangelio de hoy 6 de enero de 2011.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (+ + +)

Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: “¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos vito salir su estrella y venimos a adorarlo” Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: “En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tu, Belén, tierra de Judea, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judea, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel” Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: “Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo”.

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino. (Mt 2, 1-12)

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