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lunes, 23 de enero de 2012

Evangelio dominical: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres"


Desde la encomienda de Barcelona como cada lunes continuamos con la meditación del evangelio dominical de ayer 22 de enero.

Desde Temple Barcelona deseamos que entre todos reflexionemos su contenido.

Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo:
"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia".


Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores.
Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó,
y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron. (Mc 1, 14-20)

Reflexión:

Siempre se ha dicho que lo breve si es bueno, dos veces bueno. Pues bien esta frase se adapta de maravilla al contenido del Evangelio de ayer. A Jesús le basta un par de frases acompañadas de una mirada intensa para que sus futuros discípulos dejen sus tareas habituales para dar paso a una nueva vida. ¡Seguir al Señor!. Difícil tarea la de seguir a otro, aunque sea el mismísimo Dios quien te lo pida, pues eso acarrea un conflicto de intereses. ¡Qué hacer ante esas dudas que acechan nuestra mente!. ¿Nos estaremos equivocando si hacemos aquello que se nos pide, aunque pueda parecernos que va en prejuicio nuestro? La respuesta es no, no nos estamos equivocando puesto que es Dios quien nos lo pide, y como hijos de su creación que somos, Él quiere siempre lo mejor para nosotros. Dios nos pide sensatez y obediencia, ¡sigámosle!.

Plegaria:

¡Señor, tiéndenos Tu mano cada vez que sea necesario, no nos abandones aunque nos cueste seguirte, pues no todos somos capaces de andar veloces a tu encuentro.

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