© 2009-2019 La página templaria que habla de cultura, historia y religión - Especial 'Proceso de los templarios'

miércoles, 26 de mayo de 2010

Mourinho nos desvela el secreto de sus éxitos


Desde la encomienda de Barcelona, nos ha parecido interesante hablar del entrenador de moda en la élite del fútbol profesional. No queremos polemizar sobre su comportamiento dentro y fuera del terreno de juego, ni tampoco explicar si su fútbol es atractivo para los aficionados o especulativo de cara a obtener buenos resultados. Hoy lo que queremos resaltar de José Mourinho, son sus convicciones religiosas.

Hemos extraído este curioso texto de la página de forumlibertas, donde explica que el nuevo entrenador del Real Madrid, es católico y practicante.

La temporada 2010-2011 de “La Liga”, se presenta como mínimo apasionante; donde el mejor club de fútbol del mundo, en la actualidad: el F.C. Barcelona, querrá continuar cosechando éxitos. Si el año pasado Josep Guardiola, actual entrenador del Barça, fue el entrenador que eclipsó al mundo futbolístico con sus constantes éxitos, para la próxima temporada, se suma otro excelente entrenador, curiosamente otro “José”, Mourinho; que intentará desbancar al F.C. Barcelona, utilizando la ayuda divina.

Sabemos que a Pep Guardiola le encanta enormemente la música, y que no ha dudado en utilizarla con excelentes resultados para motivar a los jugadores barcelonistas. Desde la encomienda de Barcelona, proponemos al técnico del Barça, que para no jugar en desventaja con el Real Madrid, utilice la música religiosa para motivar a sus jugadores, a ser posible “música templaria”. ¿Quién será el “San José” de la temporada 2010-2011? El tiempo y los resultados lo dirán próximamente.

Desde la encomienda de Barcelona, deseamos que su lectura sea de vuestro agrado.

Fotografía de "Mou".

En una reciente visita al Vaticano compró 30 crucifijos para sus jugadores

José Mourinho, flamante vencedor del triplete con el Inter de Milán (Calcio, Copa y Champions) y virtual entrenador del Real Madrid para la próxima temporada, es un personaje que no deja a nadie indiferente.

A pesar de su facilidad para provocar –de reciente factura es su celebración en el Camp Nou o sus gesticulaciones siempre presentes desde el banquillo- su rendimiento en los equipos que ha entrenado habla por sí solo. Hizo campeón de Europa al humilde Oporto en 2004, completó grandes temporadas con el Chelsea aunque sin llegar a ganar la Champions y, ahora, ha ganado todo con el Inter.

De su persona destaca su liderazgo, la forma de quitar la presión a sus futbolistas atrayendo todos los focos sobre sí mismo y ahora también se le conoce por su fe en Dios.

Preguntado recientemente por el secreto de sus éxitos, Mourinho hizo la siguiente declaración para BBC Sports: “Rezo mucho. Soy católico, creo en Dios. Intento ser buena persona de modo que Él pueda dedicarme un poco de su tiempo para darme una mano cuando lo necesito”.

‘A Dios rogando…’

Se encomendará unos minutos a Dios pero lo que es seguro es que el resto del tiempo no ahorra esfuerzos ni le falta ambición para conseguir sus objetivos. Todo el mundo le tiene por un enfermizo trabajador y un excelente profesional. Destaca su minuciosa preparación de los partidos, el control de cada detalle sobre sus jugadores y su especial relación con ellos.

En este sentido le define esta afirmación: “no basta con trabajar duro, hay que trabajar bien”. Se muestra partidario de “crear un liderazgo positivo en los jugadores, un liderazgo aceptado por todos que no esté basado en el estatus o el poder. Con una atmósfera así, hasta el vigilante o el cocinero se sienten parte del grupo y partícipes del éxito”.

A continuación un vídeo que muestra el lado más humano del entrenador portugués con su hijo en hombros durante la última celebración en el Bernabéu.

Visita al Vaticano... y a la capilla del Camp Nou

Muestra de sus creencias religiosas fue la visita privada que hizo el pasado 3 de mayo al Vaticano, acompañado por varios directivos del Inter. Durante la misma, según recoge el diario AS, rezó unos minutos en la Capilla Sixtina. Y no se fue sin comprar una treintena de crucifijos, escogiéndolos uno a uno, que repartió entre jugadores y empleados del club.

La misma noche en que eliminó al Fútbol Club Barcelona en las semifinales de la Champions, quiso agradecer el pase a la final rezando unos minutos a la Virgen en la capilla del Camp Nou, cerca de los vestuarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario