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viernes, 20 de mayo de 2011

Los Pobres Caballeros de Cristo: el Arca de la Alianza



Desde la encomienda de Barcelona rescatamos el apartado dedicado a las órdenes militares y muy concretamente a la de los “Pobres Caballeros de Cristo”. Esta vez el escritor D. Juan Ignacio Cuesta, nos adentra por los maravillosos entresijos de la Orden del Temple, relatados en su libro “Breve historia de las Cruzadas”.

Desde Temple Barcelona pretendemos que su lectura os sea atrayente.

El Arca de la Alianza

De la lectura del Antiguo Testamento podemos deducir que el objeto sagrado más importante para el pueblo judío era el Arca del Pacto o de la Alianza, que simbolizaba el acuerdo entre Dios y los hebreos. Se consideraban los “elegidos de Yaveh”. En el Éxodo, 25, 10, se describe cómo era su aspecto y cómo está hecha: “…un arca de madera de acacia de dos codos y medio de largo, un codo y medio de ancho y un codo y medio de alto.” (111 x 67 x 67 centímetros). Su estructura sería parecida a la de un acumulador eléctrico: “la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y en torno de ella pondrás una moldura de oro”.

El mismo Yaveh ordena a Moisés cómo ha de trasladarse correctamente: “Fundirás cuatro anillos de oro, que pondrás en los cuatro ángulos, dos de un lado, dos del otro. Harás unas barras de madera de acacia y las cubrirás de oro, y las pasarás por los anillos de los lados del arca para que puedan llevarse. Las barras quedarán siempre en los anillos y no se sacarán.”

¿Por qué todo esto? Porque estamos ante un objeto que se autoprotege, puesto que si alguien la tocaba sin las prevenciones adecuadas caía inmediatamente fulminado. En el mismo libro vemos como un hombre, viendo que iba a caerse de un carro que la llevaba (un modo incorrecto, puesto que el mandato era llevarla a hombros), intentó sujetarla para que no se deteriorase y murió al instante, fulminado como alcanzado por “un rayo” (¿electrocución?).

Un poco más abajo hay un párrafo bastante enigmático que pasa desapercibido a pesar de su gran importancia: “En el arca pondrás el testimonio que yo te daré.” Son palabras del mismo Dios, que repite más tarde cuando habla de la tapa, que deberá tener un propiciatorio situado entre dos querubines de oro macizo desde el que el Creador habría de revelarse en forma de nube.

¿A qué se refiere? No hay ninguna referencia posterior sobre cuál ha de ser el contenido del Arca, excepto que tiene que llevar las dos Tablas de piedra de la Ley promulgada en lo alto del monte Sinaí. ¿Qué tipo de objeto sagrado es éste que va a funcionar como una especie de mecanismo de comunicación entre la divinidad y sus criaturas?

Sabemos por otras descripciones que, dentro de este objeto, también hay una jarra con el “maná” con el que los israelitas se alimentaron durante su peregrinación por el desierto pero, ¿quién nos dice que su interior no fuera empleado como escondite de otros documentos o testimonios sagrados de gran importancia, aunque no sepamos cuáles son exactamente.

Durante muchos años el alojamiento de este objeto de culto fue el Tabernáculo, el Sancta Sanctorum, el centro místico construido en el corazón del Templo de Salomón, el mismo lugar que ahora ocupaban los monjes del Temple. La sospecha era que en aquel lugar estuviera su escondite, para que no fuera robada por enemigos del pueblo judío. No olvidemos que fueron sometidos en diversas ocasiones por sus vecinos más belicosos, que destruyeron sus ciudades, el primer Templo, el de Salomón, y los esclavizaron durante largo tiempo.

Durante esos enigmáticos nueve años, nuestros protagonistas debieron remover bastantes piedras y gran cantidad de tierra hasta encontrar el emplazamiento exacto del lugar donde se escondía el objeto sagrado. Conscientes de su peligrosidad, encontraron la forma de neutralizarla y dispusieron de su contenido.

¿Qué encontraron? Posiblemente las Tablas de la Ley y una jarra con muestras del “maná” con el que los israelitas se alimentaron durante su estancia en el desierto (así lo afirma en el Viejo Testamento).

Aunque todo esto son especulaciones, observando el comportamiento de algunos miembros de la orden y las actividades que apoyaron, debieron encontrar también otros documentos que no se mencionan sobre cómo aplicar proporciones sagradas en las construcciones destinadas a ser morada de Dios. ¿De dónde procedían éstos?

Podemos sospechar que llegaron a través de dos posibles caminos. El primero implica un misterio: ¿por qué el faraón persiguió a Moisés una vez que marcharon de Egipto? ¿Es que se arrepintió repentinamente o es que el perseguido, que había sido un alto funcionario de la administración egipcia, se llevó algún secreto consigo indebidamente y había que recuperarlo a toda costa?

Como hoy día sabemos, las prodigiosas técnicas de construcción egipcias, cuyos secretos, incluso en nuestro tiempo, constituyen un verdadero enigma que no somos capaces de resolver, fueron empleadas de un modo sorprendente. Sucedió en tan corto espacio de tiempo, y tan repentinamente, que podemos sospechar les fueron transmitidas por alguien o algo que las poseía. Dicen los más arriesgados que quizá fueran de naturaleza espiritual, e incluso ¡extraterrestre!, cosa demasiado heterodoxa e improbable, aunque aún puede haber sospechas.

Una pista podría ser la de ese enigmático ente llamado Hermes Trimegisto y ¿cuáles fueron los conocimientos que proporcionó a los sacerdotes del Imperio? […]

[…] Seguramente esta figura no es la única, ni satisface toda la resolución del enigma. Debe siempre aceptarse que puede ser cualquier otra, pero no olvidando que, al menos dos veces, antes de su intervención en la construcción del Templo de Salomón, Yaveh había dado a israelitas notables instrucciones precisas para la construcción de dos objetos sagrados: el Arca de Noé, y la ya mencionada Arca del Pacto o de la Alianza. La figura de Hermes podría encerrar a una escuela de iniciados que se considerarían depositarios de esos conocimientos secretos.

El segundo camino de llegada es mucho más lógico, debido a que el rey Salomón contrajo matrimonio con la hija del Faraón, según se nos dice en Reyes I, 3, 1. Quizá también, como tenía la intención de construir el Templo de los Templos, exigió que parte de la dote de su esposa fueran conocimientos y técnicas secretos que le eran necesarios para poder llevar a cabo su obra. Y también en este caso los custodiase dentro del sitio más seguro, el Arca.

¿Llegaron por este camino a manos de los Templarios? Desde luego hay un hecho a tener en cuenta, la primera conversión de elementos arquitectónicos románicos en otros que posteriormente fueron llamados góticos y las nuevas catedrales que se fueron construyendo en este nuevo estilo grandioso aparecen de repente, y responde a criterios arquitectónicos procedentes de Egipto (como la estructura de la cruz llamada Ank). Seguramente fueron proporcionados a las cofradías de canteros protegidos y financiados por ellos, que los aplicaron respondiendo a un propósito del Temple de que los grandes santuarios fueran un reflejo de lo divino en la Tierra.

Esto significó que también la introducción en Europa de prácticas a caballo entro lo filosófico y la mitología, como la astrología (por la supuesta influencia de los astros sobre los cuerpos terrestres) y una tecnología muy antigua que sería muy útil, la alquimia. (continuará)

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