© 2009-2019 La página templaria que habla de cultura, historia y religión - Especial 'Proceso de los templarios'

jueves, 10 de febrero de 2011

Las órdenes militares: La Orden de San Juan de Jerusalén


Desde la encomienda de Barcelona continuamos con el apartado dedicado a las Cruzadas y que de manera sencilla, el periodista y escritor Juan Ignacio Cuesta, nos narra las peripecias y el legado que dejaron éstas a Occidente.

En este nuevo capítulo, Cuesta en su libro “Breve historia de las Cruzadas”, nos dibuja a las órdenes militares que se instalaron en Tierra Santa, resaltando aquellos aspectos más destacados.

Desde Temple Barcelona, deseamos que el capítulo os resulte atrayente.

Retrato del maestre hospitalario Raimundo de Puy

Posiblemente una de las instituciones religiosas más antiguas que llegaron a la zona es la Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, hoy día de Rodas y de Malta (Soberana Orden de Malta).

Fue fundada en la Ciudad Santa alrededor del año 1050 por comerciantes de Amalfi (Salerno, Italia), gracias a la autorización del califa de Egipto. En su forma original se trataba de una cofradía que tenía a su cargo el funcionamiento y la conservación de un hospital en donde los peregrinos hallarían alivio ante las dificultades de su viaje. Su propio lema lo manifestaba perfectamente: “Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum” (en defensa de la Fe y al servicio de los pobres). Adoptaron como emblema la cruz blanca de ocho puntas.

En sus primeros años fue una comunidad monástica puesta bajo advocación de San Juan Bautista. Se profesaban los votos de pobreza, castidad y obediencia. El Papa Pascual II la reconoció formalmente mediante una bula promulgada el día 15 de febrero del año 1113. Pronto tuvo que implicarse en acciones militares para poder ejercer bien su función en una región agitada y sensible, escenario de permanentes conflictos. Esto sucedió siendo gran maestre Raimundo de Puy (1120-1160), sucesor del primer Gran Maestre, el beato Gerardo Tenque, que había muerto el día 3 de septiembre de 1120.

Mientras existió el reino cristiano de Jerusalén, consecuencia de la Primera Cruzada, los monjes realizaron su labor normalmente y, al adquirir carácter militar, admitieron en su seno a caballros nobles que profesaban como religiosos aceptando la regla de la Orden.

Fueron expulsados de Tierra Santa en el año 1291. Era por entonces Gran Maestre Foulques de Villaret (1315-1319) y durante algún tiempo se asentaron en Chipre, trasladándose en el año 1310 a ocupar la isla de Rodas.

Crearon entonces una flota encargada de vigilar las rutas comerciales y militares del Mare Nostrum. Participaron en importantes combates frente a las costas de Egipto y Siria, donde fueron muy eficaces.

En el año 1523, el sultán Suleiman el Magnífico los expulsó de la isla. Fueron despedidos con honores militares. Durante siete años no tuvieron donde aposentarse, hasta que en 1530 Carlos V les cedió la isla de Malta. El Gran Maestre Jean de la Valette ocupó su capital, a la que dio su nombre (Valetta). Desde este estratégico lugar, combatieron contra los turcos, que los asediaron durante más de noventa días.

Su intervención en la batalla de Lepanto en 1571 fue decisiva, gracias a su ponente flota, contribuyendo decididamente a que cayera el imperio otomano.

Años después, en 1798, fueron expulsados por Napoleón Bonaparte cuando iba a Egipto, puesto que la regla de la orden les impedía luchar contra otros cristianos. Sin embargo, aunque en el Tratado de Amiens (1802) se les atribuye la soberanía sobre Malta, no pudieron volver. La isla estaba entonces ocupada por los ingleses. Actualmente, y desde 1834, su sede oficial está en Roma, aunque tienen diversas posesiones por el mundo. Por ejemplo en Segovia tienen la iglesia de la Vera Cruz, un templo atípico con un tipo de arquitectura que permite sospechar la influencia en su construcción de las cofradías adiestradas por los caballeros templarios.

A pesar de sus vicisitudes militares y su errática historia, su misión sigue siendo de tipo altruista, y no se les conoce ningún proceso incoado en el que alguien hubiera estado interesado en su disolución. Actualmente casi todos sus miembros son caballeros laicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario