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viernes, 16 de marzo de 2012

Templarios en las tierras del Ebro


Desde la encomienda de Barcelona recuperamos el capítulo destinado a conocer los rincones del Reino de Aragón, donde vivió la Orden del Temple.

Para ello hemos recopilado un nuevo texto de nuestro amigo, el investigador, periodista y escritor D. Jesús Ávila Granados de su libro “Templarios en las tierras del Ebro”, donde nos acerca por los pueblos de la ribera del río Ebro donde gobernaron los templarios.

Desde Temple Barcelona, sabemos que su contenido os gustará.

Fotografía del torreón templario de la Galera

La Galera, Montsià (Tarragona)

La Galera, sobre el trazado de la Vía Augusta, el centro geográfico del Montsià, es un pueblo suspendido sobre las dos paredes de un profundo barranco, que se puede atravesar mediante un puente de origen romano. Por encima de los tejados árabes de las casas se alza el robusto torreón medieval de piedra rojiza, símbolo de esta villa.

La torre fue construida por los templarios de Tortosa, a finales del siglo XIII, aprovechando los restos de un torreón hispanomusulmán anterior, con la finalidad básica de recordar los límites de la zona fronteriza con los territorios de la Orden del Hospital. Desde elevadas almenas del torreón se controlaba el paso del puente y todo el tráfico comercial que discurría a través de la Vía Augusta. Además, el baluarte tenía la capacidad suficiente para albergar toda la población en su interior en caso de prolongado sitio; sus muros de enorme anchura, se abren en verticales saeteras que aseguraban un radio defensivo de grandes dimensiones. A finales del siglo XVII, la planta baja del torreón fue consagrada como iglesia parroquial, con el altar dedicado a san Lorenzo; función que mantiene en la actualidad. El entramado del techo y muchos otros restos evocan el pasado medieval de esta construcción. Desde la terraza superior podréis obtener la mejor panorámica del centro geográfico de la comarca. En 1949, esta torre fue declarada Monumento, i desde 1985 forma parte del Patrimonio Históricoartístico español.

La primera referencia histórica documentada del municipio de la Galera se remonta al año 1303, cuando un grupo de vecinos de la vecina localidad de Godall decidieron trasladarse a este pueblo; aquel desplazamiento fue invalidado por el juez de la Corte, ya que la Galera era un núcleo que dependía de Tortosa y, por tanto, vinculado al rey Jaime II, mientras que Godall estaba supeditado a un señor feudal. En la Galera se estableció el límite de los dominios territoriales: al norte, los templarios de Tortosa y al sur, la Orden del Hospital, de la Castellanía de Amposta.

Numerosas piedras milenarias confirman el trazado de la Vía Augusta a su paso por la Galera. Esta calzada permitió, a los largo de los tiempos, un flujo humano importante. Entre los viajeros más notables que pasaron por esta población, tenemos noticias de san Vicente Ferrer, el cual se le dedicó una modesta ermita situada sobre la entrada del puente. Este santo, patrón de la Comunidad Valenciana, que pasó por la Galera en el 1413, protagonizó un hecho milagroso, como fue abrir una vena de agua potable en una roca seca, en unos momentos de terrible sequía. Pocos años después, en 1431, la reina María de Castilla, mujer de Alfonso V el Magnánimo, procedente de San Mateo, pasó por la Galera y fue alojada y alimentada con su numeroso séquito.

Es visita obligada en la Galera su ejemplar Centro de Interpretación de la Cerámica, instalado en los bajos del Ayuntamiento, donde podréis admirar el desarrollo de la ciencia relacionada con la alfarería. Aunque la primera referencia documental sobre la cerámica en esta población es del año 1700, estamos convencidos que se remonta a la época andalusí.

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